Warren Buffett tranquilizó a los inversores de su conglomerado Berkshire Hathaway en su última carta anual a los accionistas, tras el reciente fallecimiento de su segundo al mando Charlie Munger.
El exitoso inversor afirmó que su empresa, con un valor superior a los 900 mil millones de dólares, ha sido construida para durar y podría soportar incluso un desastre financiero sin precedentes. Sin embargo, el magnate fue cauto al moderar las expectativas para el precio de las acciones de Berkshire, admitiendo que su compañía «debería hacerlo un poco mejor» que la media estadounidense pero siendo consciente de que su gigantesco tamaño hace improbable un rendimiento excepcional. Buffett se enorgulleció de la fortaleza de su conglomerado y señaló que solo unas pocas empresas en el país son capaces de mover realmente la aguja en Berkshire, y que estas han sido cuidadosamente seleccionadas.
Los resultados financieros de Berkshire fueron impresionantes; un record de 37.4 mil millones de dólares de ganancias operativas y 96.2 mil millones de dólares en ganancias netas para todo el año 2023. La valoración bursátil de las acciones de la compañía ha aumentado un 4.384.748% desde que Buffett asumió el cargo en 1965, con un crecimiento compuesto anual del 19,8%.
En resumen, Buffett reiteró su confianza en la fortaleza de Berkshire y tranquilizó a los inversores acerca de su capacidad para enfrentar cualquier desafío financiero, asegurando su compromiso de servir a largo plazo a los accionistas.
El índice Standard & Poor’s 500 (.SPX) registró un modesto aumento del 31,223%, equivalente a un 10.2% anual, a diferencia del desempeño de Berkshire Hathaway, que se ha mantenido en línea con este índice en los últimos años.
En su reciente carta a los inversores, el CEO de Berkshire, Warren Buffett, aseguró que su vicepresidente y sucesor designado, Greg Abel, estaba preparado para asumir el liderazgo de la compañía en cualquier momento. Sin embargo, fue su exsocio y amigo Charlie Munger, quien falleció en noviembre a la edad de 99 años, a quien Buffett dedicó los más sinceros elogios. Buffett consideró a Munger el «arquitecto» de Berkshire, mientras que él mismo era solo el «contratista general». Recordó cómo Munger lo empujó a comprar negocios maravillosos a precios justos en lugar de negocios justos a precios maravillosos.
La filosofía de «conservadurismo fiscal extremo» de Berkshire, incluyendo la falta de disposición a pagar precios inflados, explican en parte la participación récord de efectivo de la empresa, que ha alcanzado los $167.6 mil millones.
Buffett describió su relación con Munger como la de un mentor y figura paterna, incluso cuando este último sabía que tenía la razón, le permitió tomar sus propias decisiones. Según el analista de Edward Jones, Jim Shanahan, el éxito de Buffett se debe en gran parte a la influencia de su socio y amigo.